El más terrorifico de los susurros.




domingo, 25 de noviembre de 2012

Pecados compartidos

Me río de tu concepto de sacrificio, ¿de veras crees que eso te ha conllevado alguna clase de esfuerzo? Lo común después de hacer un gran sacrificio, de uno de esos esfuerzos desgarradores, es encontrarse con una no recompensa, no esa sonrisa que esbozas, como mucho podrías dejar ver un par de lágrimas de frustración pero, ¿una sonrisa de satisfacción?¿En serio? Lo tuyo no tiene nombre.


Ni ese contoneo. No puedes decir adiós así, y desaparecer, no eres seria, ni adulta; en resumen, no eres nada. No creas que yo soy mejor, igual que tú, soy nada, somos polvo de estrellas. Somos impacientes, inconclusos, irracionales, y estamos confinados en este lado oscuro, en tu contoneo y en mis exhalaciones. así no hay quien avance, somos idiotas, subnormales que siempre optan por la misma salida de emergencia.

No entendemos lo que es un sacrificio, pero por culpa de que no sabemos quiénes somos, no te conozco, no me conozco. Aún tengo que aceptar las dos partes, hasta entonces, vete a la mierda con eso tuyo, yo me quedo aquí, esperando con lo mío, a las 20:47 de esta tarde de domingo, a que salgas por esa puerta, a esperar ver que tipo de perversión nos aguarda el mundo.


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