El más terrorifico de los susurros.




viernes, 28 de septiembre de 2012

Muy señor mío

Si me vieses ahora, no serías capaz de reconocerme, he cambiado los gestos, he americanizado el estar en un lugar, he cambiado la pipa de tu paz por parches para que la locura no entre en ese maltrecho señor lleno de estrías, ese al que mamá siempre llamaba corazón. Ahora alterno los momentos de soñar, con los momentos de morir, para subir y bajar de ellos es tan sencillo como un leve toque de dedos en mi cuello. Tampoco discuto con quien me lleva la contraria, lo he cambiado por un asentir y sonreír, y ya mas tarde se lo reprocho a Espejo, le insulto y escupo a la vez, de vez en cuando le doy una palmadita en el hombro tras el monólogo, otras simplemente le lanzo el cepillo de dientes, y la pasta dentífrica, y el peine, y se rompe, se hace trocitos. ¿A quién se le ocurre ponerme semejante cara? Por eso siempre y solo discuto con Espejo, no me gusta su conducta, ni su complacencia ni su jersey.



Me juego la paga de un mes a que si me vieras, no podrías decir: "Eh, eres tú, cuánto tiempo.", porque no me reconocerías, he cambiado de colonia.

lunes, 3 de septiembre de 2012

A

Yo odio ser tan vulnerable, lo reconozco, odio ser tan corto de miradas, ser incapaz de resistirme. Soy fácil, soy un niño, con un chasquido de dedos se consigue impresionarme, así que no seas mala persona, no evites coincidir. Odio este estado extraño de felicidad, esta inquietud que constantemente llama a las puertas de mi estómago, ese que si sí que si no que no deja reposar mi cabeza sobre la almohada. 

Nunca coincidimos, pero volvemos siempre a casa a la misma hora, volvemos, no es una novedad. Y lo hacemos; volvemos a gritar, a jugar con fuego en los baños, a fumar, a beber, a no querer, a encontrarnos, a las casualidades, a las causalidades, a comenzar. O simplemente esta vez podíamos dejarlo estar, no hace falta volver a atrás, las cosas están bien, no hay porque cambiar, no hay porque hablar, solo escuchar silencios. Seamos simples y sencillos, seamos buenos con nosotros mismos, seamos buenos con lo que tenemos, nada de correas.