El más terrorifico de los susurros.




jueves, 13 de diciembre de 2012

E... ¿io?



Es curiosa la forma en la que nos enredamos en la excusa de que estamos madurando para responder a las cosas no tan simples que el día a día nos va trayendo a orillas de cada anochecer. Vamos, reconoce que tú también te has refugiado bajo la capucha de aquella sudadera, buscando así huir de la mirada de tantos cientos de miles de estrellas en esas noches de verano en las que la vida comenzaba con sus primeros pedaleos.

Nos cuenta entender que debemos disfrutar de los pequeños detalles, con dieciséis años nadie lo entiende, ni con diecisiete, menos con dieciocho; estoy esperando a que llegue ese momento en el que sienta cada grano de arena bajo la planta de mis pies, en el que el romper de las olas se convierta en nana, ese día en el que olor a sal deje extasiado mi cuerpo, y me relaje, me deje coger esa corriente de aire, ir alto, y cambiar la perspectiva. Quiero lograr comprender esto, pero a la vez lo dejo de lado, me invento mil historias para intentar olvidar.

Me resisto a subir, quizás por miedo a encontrarme con una caída que carezca de final, pero aún así, aunque lo evite, lo evitable no se convierte en imposible, y me acaba encontrando, me obligarán a subir a pesar de que sea más tarde que temprano. Pero, hasta entonces, ¿quién diablos se suponía que era yo?

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Encuéntrame

Yo no prometo nada, por eso yo vivo, como así... Por eso miro así, respiro así, porque vivo con un terror insospechable a la muerte, vivo sabiendo que el que quizás muera mañana es una certeza, una realidad.

Una vida sin promesas, con terrores nocturnos, y sin embargo no me voy a quejar, porque esa misma me da prismas dodecaédricos para transformar esas realidades cada vez que salgo a la calle, nada tiene que ver el niño pálido que besa el frío cristal de la ventana desde un sexto piso, con el loco salvaje que llega al asfalto y sabe que los corazones se arrancan a mordiscos y se curan a caricias.

Ahora ya es tarde, hace tiempo que un no sé qué se hospedó en mi casa, que la locura azotó mi habitación. Aquí ya solo se puede entrar por la alcantarilla.


Así soy ahora, y no voy a repetir eso que ya os han contado, cuentos sobre arterias de neón que en la noche encandilan las miradas, y pijamas con transparencias que arrastran a mundos no tan lejanos*. Simplemente voy a gritar, hoy salgo a contar estrellas, cuando haya acabado, volveré a casa.

*¿A la cueva de tus pensamientos?... ¿Y después qué?¿Desayunar tus remordimientos y recostarme sobre tus...?¿Tendré que destrozarte la pena?

domingo, 25 de noviembre de 2012

Pecados compartidos

Me río de tu concepto de sacrificio, ¿de veras crees que eso te ha conllevado alguna clase de esfuerzo? Lo común después de hacer un gran sacrificio, de uno de esos esfuerzos desgarradores, es encontrarse con una no recompensa, no esa sonrisa que esbozas, como mucho podrías dejar ver un par de lágrimas de frustración pero, ¿una sonrisa de satisfacción?¿En serio? Lo tuyo no tiene nombre.


Ni ese contoneo. No puedes decir adiós así, y desaparecer, no eres seria, ni adulta; en resumen, no eres nada. No creas que yo soy mejor, igual que tú, soy nada, somos polvo de estrellas. Somos impacientes, inconclusos, irracionales, y estamos confinados en este lado oscuro, en tu contoneo y en mis exhalaciones. así no hay quien avance, somos idiotas, subnormales que siempre optan por la misma salida de emergencia.

No entendemos lo que es un sacrificio, pero por culpa de que no sabemos quiénes somos, no te conozco, no me conozco. Aún tengo que aceptar las dos partes, hasta entonces, vete a la mierda con eso tuyo, yo me quedo aquí, esperando con lo mío, a las 20:47 de esta tarde de domingo, a que salgas por esa puerta, a esperar ver que tipo de perversión nos aguarda el mundo.


sábado, 17 de noviembre de 2012

Diario desde la cara oculta del baobab


Hoy es uno de esos días en los que el aire se ha convertido en gas natural, preludio de que hoy probablemente todo saltará por los aires. Hoy es revolución truncada entre mis dedos, punto de inflexión, violín tímido, arpa impuesta y titileo de instintos con origen en el estómago, que recorren mi espalda y buscan escondrijo entre la C4 y la C3, obligándome a levantar la cabeza, a mirar el cielo, a soñar. Hoy es fin del imperio y comienzo del cautiverio.

Hoy es uno de esos días en los que el aire se ha convertido en gas natural, consecuencia de que yo me haya olvidado de yo por allá atrás, al doblar alguna de esas esquinas en un mes de Mayo extraño. Mi vida eran chirridos que se fundían con martillos percutiendo cuerdas en alguna esquina de una habitación de cristal.

Hoy es uno de esos días en los que el aire se ha convertido en gas natural, acompañando al desate de mi nuevo desorden mental. Yo escribo delante de una ventana, duermo delante de una ventana, enloquezco tras esta ventana, veo las nubes retorcerse tras esta ventana y sueño con algún día estar al otro lado de la ventana, y saltar. Volar o caer ya casi parece una insignificancia comparado con el hecho de tener la oportunidad de dar un salto.





domingo, 11 de noviembre de 2012

Citando

"Una mañana desperté casado con una piña, ¡menudo espanto de piña! Pero... yo la quería."


Ice Age

Un león en una palmera en la calle en cuesta

Estás loca, loca, loca perdida. Loca en las mañanas, loca en las tardes, más loca por las noches y levemente loca en los amaneceres. Te vuelves loca cuando te dicen que no, y cuando llueve, y no tienes paraguas, entonces loca, y después loca, y si es todo a la vez, desapareces.



Yo no te hablo, porque igual entonces enloqueces, ¿y así qué hacemos contigo?¿Dejarte coronar en soledad el mundo?¿Revelarte que lo que se supone que es arte lo es porque nadie sabe qué es?¿Descuartizar las palabras para poder explicar toda esta situación? ... Sí, probablemente fuese lo mejor, pero, ¿de qué sirve entenderlo si no me lo vas a poder contar, si no te voy a poder leer?

Por eso yo no te hablo, entiéndelo, entiéndeme; me bastas así de loca, lo suficiente para poder...  [.. tener silencios y puntos suspensivos con que mirarte.]

lunes, 5 de noviembre de 2012

y lío tú un yo

La otra noche salimos en busca de inspiración, a encontrar nuevos cuerpos, caras en nubes, nuevos sitios en mitad de calles oscuras... ¿para buscar una forma de mirar hacia delante?¿futuro quizás? Sea lo que sea, el caso es que salimos a explorar, o simplemente a olvidar, lo que tu quieras, aunque a penas había ya qué olvidar. E ahí mi gran error, sentir que la cosa estaba olvidada, porque al sentarnos en el último descansillo, apareció.

Volvió ese pasado inquieto, esas piedras que quemaban, un olor, que seguro es inventado, pero ahora ya eres un olor, amaneceres... ¿no te habías ido?¿no habías emigrado, claudicado de este lado de las emociones?¿ no te habías esfumado, volatilizado, desintegrado, apartado, volado, tachado de las miradas suspendidas?

Desviando todas las miradas con aquel vestido, la verdad te hubiese dicho un: "Anda que te jodan a ti y a tus fantasmas" pero, la verdad, ahora no me importaría que aquel día hubiésemos hablado cinco minutos más, solo por saber como sientan tus cabeceos.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Muy señor mío

Si me vieses ahora, no serías capaz de reconocerme, he cambiado los gestos, he americanizado el estar en un lugar, he cambiado la pipa de tu paz por parches para que la locura no entre en ese maltrecho señor lleno de estrías, ese al que mamá siempre llamaba corazón. Ahora alterno los momentos de soñar, con los momentos de morir, para subir y bajar de ellos es tan sencillo como un leve toque de dedos en mi cuello. Tampoco discuto con quien me lleva la contraria, lo he cambiado por un asentir y sonreír, y ya mas tarde se lo reprocho a Espejo, le insulto y escupo a la vez, de vez en cuando le doy una palmadita en el hombro tras el monólogo, otras simplemente le lanzo el cepillo de dientes, y la pasta dentífrica, y el peine, y se rompe, se hace trocitos. ¿A quién se le ocurre ponerme semejante cara? Por eso siempre y solo discuto con Espejo, no me gusta su conducta, ni su complacencia ni su jersey.



Me juego la paga de un mes a que si me vieras, no podrías decir: "Eh, eres tú, cuánto tiempo.", porque no me reconocerías, he cambiado de colonia.

lunes, 3 de septiembre de 2012

A

Yo odio ser tan vulnerable, lo reconozco, odio ser tan corto de miradas, ser incapaz de resistirme. Soy fácil, soy un niño, con un chasquido de dedos se consigue impresionarme, así que no seas mala persona, no evites coincidir. Odio este estado extraño de felicidad, esta inquietud que constantemente llama a las puertas de mi estómago, ese que si sí que si no que no deja reposar mi cabeza sobre la almohada. 

Nunca coincidimos, pero volvemos siempre a casa a la misma hora, volvemos, no es una novedad. Y lo hacemos; volvemos a gritar, a jugar con fuego en los baños, a fumar, a beber, a no querer, a encontrarnos, a las casualidades, a las causalidades, a comenzar. O simplemente esta vez podíamos dejarlo estar, no hace falta volver a atrás, las cosas están bien, no hay porque cambiar, no hay porque hablar, solo escuchar silencios. Seamos simples y sencillos, seamos buenos con nosotros mismos, seamos buenos con lo que tenemos, nada de correas. 


lunes, 27 de agosto de 2012

Clases de anatomía básica

Los ojos son el reflejo del alma, está bien. Pues entonces, atentos a esto, un secreto, la sonrisa es el escote de las personas. Es ese algo que nos muestra sutilmente que se oculta detrás de cada nueva persona con la que nos encontramos. Hay sonrisas de muchas clases, tímidas, amplias, volátiles, increíbles, mágicas, nerviosas... cada una con ese trenzado especial que deja escaparse entre los labios de la gente, con o sin sonido, un por qué. Se supone que todas las sonrisas son alegres; también las hay llenas de amargura. 

Las que quiere todo el mundo no son las últimas, sino esas infinitas, envolventes, transoceánicas, que llegan desde mi ventana a tu ventana, que son abismales.

A pesar de todo, el mundo vive enamorado de las sonrisas, de todas y cada una de ellas, pero también de las lágrimas, de los llantos, de los gritos, de las miradas... y de las personas. Vive, late, mira.. sonríe. El mundo no se para.



16:14, Lunes.

Es incomprensible la facilidad con la que nos ilusionamos. Todo lo que somos capaces de crear partiendo de una base ínfima, una palabra, una mirada, un gesto... a partir de una ilusión. El mundo que nos rodea es una mierda, y eso es bien sabido, bastante repetido, demasiado aludido en los últimos años, pero aún así, cada vez que nos desorientamos, cada vez que tomamos una decisión, cada vez que emprendemos un nuevo camino o simplemente cada vez que nos quedamos quietos mirando a las musarañas, somos impulsados por la ilusión. Con los años dicen que cuesta más, quizás sea porque la imaginación de alguna personas se va poco a poco viendo capada, pero fuere como fuere, ahora no podemos renunciar a las ilusiones. tampoco podríamos si lo intentásemos, porque son tan inexplicables, espontáneas... tan nuestras.

domingo, 26 de agosto de 2012

Amarilla

Vuelvo a tener esos ojos, ojos de gato, noches en vela. Regreso a viejos vicios, viejas costumbres, y a caminar por la calle por la mañana, solo, siendo visto única y exclusivamente por las viejas que se asoman a regar la plantas que descansan tranquilas en los alfeizares de sus ventanas. Todo ello en la madrugada, justo después de la caída de estrellas.

Y vuelvo a tener esos ojos, y sigo intentando entender, pero todo se escapa de los limites de.. de todo, es demasiado abstracto, así que perdámonos.

Volvamos a nuestra primera vez, al primer voleteo, antes de los baños de multitudes, de las idas y venidas, de las presentaciones, de los gritos y los saltos, de las fotos, de las páginas de diarios. Volvamos a nuestra primera vez, cuando aún nos envolvía la histeria adolescente, no como ahora, que estamos agarrotados a un paso de la vida adulta. Todo esto, a mí por lo menos, me ha pillado de improvisto, creo que de haberlo sabido todo habría sido distinto... bueno no, no lo creo, nada sería diferente, sería igual de idiota antes, ahora y más tarde. 



Ahora mismo tengo la sensación de estar haciendo lo incorrecto, y aún así no puedo parar de hacerlo, tú, no sé, hace mucho que no hablamos. No sé que haces.

Yo ahora vuelvo, pero no sé exactamente que se supone que es lo que estoy haciendo, porque yo nunca había estado hasta el momento en este lugar al que estoy regresando, pero tenía que contartelo.


Singulares

Recuerdo el momento el que te conocí. El momento en el que supe que estábamos hechos el uno para el otro. Desde entonces yo ya lo sabía. Fue magnético, hipnótico, todo el mundo lo noto. Ahora río, lloro y paso de todo, pero por el bien de los dos.

Todo lo que no es nada ha dejado de ser fascinante y emocionante, de ser eléctricamente inesperado, y se ha convertido en polvo, polvo para colocarse, y las únicas chispitas que recorren nuestras vidas son esos extraños efectos que nuestras pupilas se obcecan en recrear cada vez que estamos bajo los efectos del alcohol. Las palabras dejan de rimar, y pierden ese rico aroma, y ese ritmo. Hoy es uno de esos días en los que ese aroma se echa en falta, yo no estaba preparado para abrir la ventana, pero bueno, eso es lo que nos hace humanos, esa estúpida e insensata idea de que hay algos que pueden llegar a eludir la palabra final. Final, despedida, adiós, pausa, todos son sinónimos, todos universales, todos irrevocables, un despropósito, quizás, pero, a fin de cuentas, necesarios.

Nos ha pasado, necesitábamos.. no necesitábamos nada, simplemente nos hemos dejado de aguantar, de tenernos paciencia el uno con el otro. Estábamos haciendo malabares, somos imposibles.

Tengo que dejar de hablar en plural, es verdad. Además, tampoco creo que te quisiese tanto. No te quería tanto. Solo eras un escalón más hacia lo más profundo.


domingo, 12 de agosto de 2012

Allez

Odio el equilibrio que el karma insiste en esbozar en mi vida, esa apatía con la que intenta coronar los momentos álgidos de la existencia humana, esa aparente inmutabilidad con la que consigue leer todo lo que se pasea por mi mente, y hacerlo realidad, pero de esa única forma en la que eres de todo... de todo menos feliz. Ese afán suyo por descuartizar sueños. Lo odio.

Y ese odio me supera, es más, su incoherente sentido del momento justo para dar lecciones vitales, consigue hacerme vomitar el corazón; me abruma.


miércoles, 8 de agosto de 2012

Princesas

La ciudad en calma, la habitación vacía, la cortina cerrada. El humo invadiendo espacios prohibidos de la habitación. Media botella de vodka debajo de la mesa. Una servilleta...



Resucitan todas las mañanas en barrios desconocidos y camas recién exploradas, con dolores de cabeza y el lápiz de ojos corrido, como si por fin esa noche hubiese tenido lugar la gran llorera, como si quizás aún tuviesen en su interior algún atisbo de esos sentimientos con los que suspiraban antes cada noche a las estrellas, esperando un resplandor. Pero no, ese leve desperfecto de su cara se debían más bien a estragos causados por el alcohol.

Son balas perdidas, puñaladas por la espalada, risas abruptas que desafían con una familiar confianza y una extraña naturalidad al mundo. El desenfreno moldea sus vidas a placer y el dolor y la soledad parecen tener comprado un piso entre la tercera y cuarta costilla en el que una vez al mes montan una fiesta salvaje donde la verdad de este mundo se presenta como una invitada sorpresa, una fiesta a la que la princesa acude en calidad de masoquista.

Ellas son tantas cosas y sin embargo para el mundo no son nada, únicamente recipientes de la belleza, un objetivo común, un algo que destruir aunque sea escupiendo todas las mañanas en su café de máquina de 35 céntimos.

Hay historias en las que el príncipe azul no existe, en otras el príncipe es beige y por eso ella nunca lo encuentra, y después están esas historias en las que lo único que hay es princesa, sola. Una princesa que bien puede ser rubia, morena, pelirroja, tener media cabeza rapada, y fumar y follarse a todo el mundo... Son princesas geniales que han sido castigadas a un mundo donde viven esclavas del rumor, de lo que alguien dice por ahí, un mundo que destruye y carcome y corroe y derriba y ensucia lo que ellas deberían ser.

Transforman sus uñas, mil colores, y en sus labios otros tantos, cargan en sus brazos mil problemas y sueños y quince pulseras por lo menos en cada muñeca: son las princesas condenadas. Esas son ellas.

Princesas que no soportan vivir, princesas que manchan sus dientes con tabaco y que destrozan su hígado con copas de alcohol para las heridas en vasos de plástico, a las cuales se les hace tan insoportable la idea de tener que esperar los ochenta y pico para marcharse de aquí que intentan matar el tiempo en baños y callejones no aptos para menores de edad y cerrados de mente ( y de piernas).


Son princesas y, aunque piensen que a los 26 dejan de serlo, seguirán siéndolo hasta la muerte y más allá.

29 de Marzo de  2012, Sevilla.

cuando estés en vena, piensa.

Los días pasan rápidos, fugaces, imparables, veloces, fulminantes, sin reparo en dejar olvidadas las horas y los minutos, inventándose una nueva medida de tiempo. Pasan tan tan tan rápido que ni siquiera sé si seré capaz de decir esto sin que llegue mañana.

Cada día, por ser tan rápido, es casi imperceptible  pero solo si es un día más, ¿qué pasaría si fuese el último?¿sabremos que es nuestro último día cuando seamos conscientes de su presencia en  nuestras vidas?

El tiempo es caprichoso, más que cualquier niño de tres años o cualquier dios que los hombres hayan decidido respaldar. Rueda, vuela, pasa, y nadie sabe donde encontrarle, todo el mundo le conoce, pero nadie le ha visto nunca. Si uno se para a pensar en la vida en compañía del tiempo, quizás piense que entonces el vivir no es más que una caída libre de entre las piernas de tu madre hasta la tumba. Quizás. 

Pero esa caída libre con gente como tú para mirar entre las nubes de polvo del suelo, adquiere, por la inercia del momento, un sabor a sal y limón que, quieras o no, es intocable e imborrable para el tiempo, es la excepción que hace que se cumpla la norma.



viernes, 3 de agosto de 2012

reencarnación



El alcohol la quemaba por dentro, pero no literalmente, sino que más bien de forma metafórica, y es que tantas tardes de marzo entre botellas de cristal daban sus frutos en esa tarde de verano de lluvia y más lluvia. 

Cada trago se colaba dentro de aquel pozo negro en el que se había convertido su ser, no se oía caer cada nuevo chupito en aquel fondo, es más, puede que allí no hubiese ni fondo. Pero si se veía de vez en cuando salir todo expulsado por su boca, entre tacos y lágrimas. 

Lágrimas que se deslizaban por sus ojos ante tanta hilaridad y absurdo que el mundo que la rodeaba se esforzaba en enseñarle. Y esas egoístas (y putas) lágrimas, después de deslizarse por sus mejillas de marfil, sin ningún titubeo se lanzaban suicidas contra la barra del bar en busca de una vida mejor, sin honor y sin remordimientos de dejar sola a aquella chica, pensando que tal vez el mantra les deparase algo mejor en su siguiente vida...

Algo mejor que acompañar a la mujer américa en su procesión por todos los bares de la ciudad de los tacones de aguja. 

Al día siguiente se escuchaba comentar a las tres viejecitas que estaban sentadas en el banco de la plaza mayor : "Una pena lo de la chica esta, la MUJER AMÉRICA..."

Un día en la vida de un cualquiera

Hay pájaros que nunca dejarán de piar, al igual que hay búsquedas de paraísos que nunca van a tener un final.
Las tardes de verano se agobiaban pensando en aquellas buenas chicas, ¿qué sería ahora de todas ellas?¿Dónde iban a ir ahora a teñir sus cuerpos con colores quemados? Y es que en ese momento, justo a la vez que ese pensamiento empezaba a rondar por mi cabeza, otras empezaban a rondar por el cielo, y parecían haber decidido que, de ahora en adelante, todo aquel que no abogase por un verano de paraguas compartido y botellón en soportal con sudadera, se quedaría... pues se quedaría así, de esa forma...


Pobres chicas, y pobre todo aquel que quedase de aquella forma, pero peor soy yo.


[....]

Yo tengo miedo, mucho miedo. Vivo acojonado, no puedo abrir los ojos y mirar al mundo sin pensar: "Que puto miedo tengo", y es que tengo un miedo agotador. Tengo miedo a demasiadas cosas, como acabar transformado en algún extraño tipo de persona, o perder la cabeza... pero a lo que más miedo le tengo, es a las palabras. Ellas si que sabe desgarrar, desangrar, atropellar, cabrear, joder, enñoñar, aburrir, abducir y desquebrajar a las personas. Tienen un poder abrumador. 



Hay palabras que deberían estar prohibidas, que no debería poder escribirse en público, ni tampoco ser dichas. Palabras como esa que quiere decir...


El último mono

Las palabras no vuelan, no sobrevuelan cabezas, como mucho se acobardan y agazapan detrás de tu lengua.  A las cosas llamémoslas por su nombre. Yo estoy cansado de hacer maletas,  de huir de pasados que no mueren y piden a gritos una segunda oportunidad, y tú estás ahí, quieta, invisible a los ojos del tonto loco... fumando. Fumando y escondida en los recovecos de cada nuevo sueño, colgando de un hilo, ¿esperando a ser nombrada? Y yo que sé, si yo no sé nada, solo un par de títulos de libros de viejos y el precio de tres o cuatro botellas.


Ahora mismo soy el último mono, inconcluso, retrasado y universitario, el que cierra los bares sábados, jueves y viernes. Y aunque tampoco me va muy bien así, tampoco me va mal... tu eres ese riesgo que esperaba, y ahora ya no sé que hacer, me había acostumbrado a no hacer nada, a simplemente quedarme sentado, mirando al infinito, únicamente esperando.


Un mes y medio después he llegado a la conclusión de que no puedo prometer no dar problemas.


Pero yo, si quieres, sin que sirve de precedente, puedo quedarme callado hasta que vuelvas, no trataré de conocerte, porque es mejor así, lo único que quiero saber, es que no voy a volver a hacerme daño; no aparezcas hasta que aprenda la lección. Me conformo, con una mirada más al infinito; con esperar a que el sol reniegue de nosotros y quedemos atrapados entre anochecer y amanecer.

jueves, 19 de julio de 2012

20/07/94



"Nunca sabre como tú alma ha encendido mi noche..."

Entre tantos abismos, tu y yo tenemos recuerdos perezosos, un par de fotos, amaneceres inconclusos, ecuaciones sin razones, y cartas cortadas, que llegan a la mitad, que parecen carecer de sentido.

Aunque intento esmerarme en plasmarlo con palabras, en dejar estas ideas a la vista para que puedan latir cerca de ti, soy incapaz de decir: "Eh, pues esa era la palabra".

Somos sin estar, perecemos bajo las estrellas, agonizamos esperando respuestas, y aunque no lo creas la luna brilla en tus ojos, te susurra en la sien: "No pares, sigue hacia allí", siempre sopla por y en favor de tus sueños, los respeta, los venera, sabe que son reales, que ,aunque son entes flotantes, están ya rozando tus dedos, y en nada echaran raíces aquí, porque, que quieres que te diga, no es algo que sepa solo la luna, también yo, y dos continentes.

Alguna palabra mas regurgita de entre estos labios, pero pasa inadvertida, y el mundo hace bien en omitirla, porque aunque haya sido expedida hacia y para ti, no consigue darle forma a esto, no lo explica; no lo hace coincidir, no enlaza con esa casualidad tan necesaria en un mundo regido por búsquedas de locos, por pandas que piensan como será el mundo cuando ya no estés tú.



No es casualidad que el sentido haya sido noqueado por el tiempo y la distancia, es simplemente física cuántica de un mundo de amarillos que se visten de rojo y tienen ojos verdes. Todos a rayas. Presos de sus ideas. Se hacen mayores. Hoy son más mayores que ayer y observan el pasado acongojados de que les asalte y desde un escalón más alto, o más bajo, nunca lo sabremos. Y es que están creciendo... 


miércoles, 20 de junio de 2012

somebody that i use to love

Te llamaría puta, pero no te lo mereces, eres demasiado buena, o demasiado mala, no lo sé la verdad. Me has robado tiempo, cariño y palabras, has ocupado espacio en este corazón podrido de... de sentimientos, y has rematado la jugada haciéndome regalar besos que quizás nunca hubiese tenido que dar. He dicho cosas de las que ahora me arrepiento, porque a esas palabras que han salido por mi boca, tú las has violado, y yo a ellas las he obligado a prostituirse para complacer a tus antojos de las ocho de la tarde, de las siete de la mañana, o de la hora que tuviese que ser.


Te miro y aún retozas en mi cabeza, pero a la vez no pasas de ser alguien nueva por estos lares, pienso que quizás ahora ya no seas alguien a quién solía conocer un par de meses sí, un par de meses no...


Sí, sí, y sí. Tengo razón, y si no la tuviese, a la mierda con tanta autodestrucción y relaciones enfermizas, me tengo demasiado amor propio para desencadenar un solución a este problema, porque si hubieses querido como yo quiero, pensarías quizás en que sería bueno decirme las cosas, hablarlas, aunque fuese solo dejarlas caer sutilmente, no hacer como si nunca hubiese habido un nosotros.


Aún así te sigo queriendo, soy problemático hasta para decir adiós, soy impreciso hasta para dejar de contar tus pestañas...





























... al final siempre vuelvo a caer.

Qualcosa per voi

Te iba a escribir una entrada, explicando, pero no creo que lo haga. El otro día te iba a hablar, al final no lo hice. Tenía pensado dejarte hoy una carta, pero no sé donde. Me planteé también la posibilidad de inventarme un regla que hiciese esto más fácil. Pero hoy he caído sin quererlo en tu gravedad, no tengo normas, ni reglas, ni decálogos, ni códigos, ni nada.


La verdad es que siempre están ahí, aunque hoy sea diferente, pero el 87% de las veces las omito, y así me va. Sin embargo sobrevivo, y pienso que quizás aún tengo algún motivo para no dar el futuro por perdido.


Cuando me da por pararme, y pensar, me doy cuenta la cantidad de reglas que he violado, o malfollado, roto o como quieras llamarlo, tantas cosas que dije que nunca haría y ahora, ahí están, acumuladas en las espaldas de este microrrelato que se supone es mi vida. Algunas me hacen vomitar en mis recuerdos, otras me hacen sentirme sucio, y otras sin embargo, me enseñan... Al final todas y cada una de esas veces que me he evadido de todas y cada una de mis reglas, de las leyes de mi mundo, lo único que he hecho ha sido descontrolarme, desangrarme de ideas (de momento), dar un vuelco a mi ser y parecer, ponerlo todo patas arriba y dejarme aturdido.


Eso es lo que pasa cuando lo haces, te aturdes, te descontrolas, a veces te faltas al respeto, te desangras, pero encuentras motivos para dar otro paso más. Un algo para ti, que es totalmente inexistente e inexplicable para los demás, eso es lo que hay justo en el límite de tu propia moral, escondido tras ese fino telón de color azul.




sé que solo sé que todo es como no sé que es

Soy sincero, sé que aquí no hay amor, única y exclusivamente palabras, todo una ilusión, una farsa inventada por mi y por tus dos ojillos que pienso me estarán buscando entre todas estas gotas de agua que se derraman desde el cielo; pero sé que no es amor.


Yo no siento mariposas en el estómago cuando te escribo, tampoco cuando te veo, solo intriga, sospechas,  tu presencia me crea cierta confusión, me deja sin habla, y tu no presencia me deja completamente asediado por todas las ideas sobre cómo es tú vida, por qué dices lo que dices, qué fumas, qué haces nada más levantarte... solo puedo pensar quién cojones eres para causar esta sensación en mí, dónde estás, cuándo vamos a hablar, a gritar, o simplemente a compartir aire.


No sé si entre las nubes de tu pelo se encuentra la paz, ni si debería ser tuya la bandera de mi espejo, lo único que creo saber, es que esto no es amor. Más me paro, pienso... lo único que sé con total seguridad es que siempre es lo contrario de lo que mi cabeza dice.

martes, 12 de junio de 2012

some nights

Hoy es el día de los sueños, y yo estoy insonorizado, completamente etilizado, "dipsómano perdido" me grita la señora que está sentada en el banco con el collar de perlas. Aplausos, risas, felicidad; yo no sé si reír, pegarme un tiro o simplemente prender fuego a todo... quizás un cambio de look, cortarme el pelo, raparme la cabeza, ver si así los sueños se abalanzan suicidas lejos de mi cabeza, si me dejan a solas con mi tormento, si dejan de joderme todas las noches, si de una vez dejan a la almohada hacer su trabajo, y consigo descansar.


Me aíslo, me omito, me encanto así y asá, loco, enajenado mental, completamente sinsetido y sinsalida y sincerebro y sinfuturo y sinrazon. Hoy descanso en paz, hoy sueño en un mundo a mi medida, sueño sueños y formas a mi alcance, disfruto con mi realidad, escucho mi música, canto mis propias letras, desdibujo andares ya andados por mis pasos en estos años, lanzo la primera piedra contra el cristal, escupo a ese de ahí, que está ya tan lejos de la mano del tiempo que no soy capaz a reconocer bajo el mismo nombre por el que la gente llama a lo que se supone que yo represento.



Hablo solo, conmigo, con Dios, como y con quién tu quieras verlo, pero en mi propia realidad, con mis propias reglas, con MI FUTURO.



lunes, 11 de junio de 2012

blu

Estaba buscando una forma de distraerme del mundo.


Soñando con tantas noches jamás encontradas en la memoria.


Pintando cielos de estrellas.


Solo quería disolverme entre toda esa gente y esas ideas, y tú... yo no quiero que tú me hieras; no quiero más heridas. Soy cobarde, pero porque me duelen las heridas. No hablo porque sé que quizás me duela, y, sin embargo, mis ojos te buscan por estas calles en las que estoy seguro de que no aparecerás. ¿Por qué? 


A pesar de ello, de mi miedo y mi falta de razón, tu luz golpea, y yo quiero que me golpee, lo busco. Aunque haya heridas, sé que necesito luz, así que huyo de ti corriendo hacia ti... en silencio, pero lo hago, sé que es todo recto, hacia arriba, no hay que intentar atrapar ninguna estrella, quizás solo sean necesarias un par de copas y una noche juntos, fumar(nos) a medias ideas preconcebidas sobre quién soy yo y cómo eres tú... Quizás contarte esto, quizás no hablar, tal vez lanzarnos palabras sueltas... nada se sabe aún.






Y es que verde que te quiero verde, y cuando apareces verde, te necesito verde, pero también... También añoro momentos bajo cielos azules, pienso en azul, deletreo en azul, escupo en azul. No sé me olvidan palabras tatuadas en azul. La punta de la pluma cargada de tinta arde por la nunca, quema la espalada... las palabras unen lo que el silencio separa esa noche.


Pero hoy te vas y, no sé por qué extraño motivo, cuando te vas empieza a llover... ¿llueve?-¿dónde estoy?

[... en standby esperando que decidamos que noche será.]

miércoles, 6 de junio de 2012

P(sin)OST

Me duele tu presencia, y se nota en la mirada;
pesan los qué dirán.

Nuestra indiferencia envalentonada, lanza una patada al aire, y una sonrisa a la vecina del tercero, para que... Para nada, porque sí, no seamos cínicos, lo hace cuando quiere, como quiere y porque quiere. Igual que con nosotros. Nos azota por temporadas, causando estragos dentro de esta relación, escupiéndole al viento que ni contigo, ni con tú, ni con nadie. Que no valemos para esto, que ni servimos ni parece que queramos servir, que lo nuestro es el alcohol y la tinta, que hay quedamos estancados desde hace un par de años, y aunque no nos guste, nos conformamos.

Los días, pasarán,
avanzando sin camino, ni fantochadas,
solos, con tres o cuatro malogradas
copas al día de champán. 
Y solos tú yo                       (nunca los alcanzaremos, ellos se desdibujarán, se tornaran fútiles y nimios, jodidos y mal follados).

sábado, 2 de junio de 2012

rima con cocina

Ella quiere llenarme el pelo de plastilina; llegar, quererme, pero con un amor de pegatina, de hoy te quiero porque sí, y mañana te follo en esa esquina, y, pasado, no te conozco.Quiere quererme pero sin llegar al corazón, sin cruzar esas pestañas bañadas en rimel azul con mi mirada, sin grabar su voz en mi cabeza, sin tatuajes que puedan durar toda la vida, sin poder clavar sus recuerdos tan hondo que al marchar deje una herida (de esas que dejan cicatriz). 


Pero sin embargo ella me ha quemado, me quema, y me quemará, no sabe, o quizás no quiere saber, que su voz se grabo con la primera respiración y los primeros pasos. Aún así, yo me conformo con su amor, aunque sea de pegatina, mejor eso que darme a la bebida, o que escribir historias estúpidas, al menos me dirige la palabra cuando es la hora de la despedida.



domingo, 27 de mayo de 2012

otra cosa

En sus dedos residía la fuente nunca encontrada del tormento, se prendía entre ellos, y asaltaba su pecho con cada nueva respiración, intentando no ser visto, pero causando estragos a su paso.


Demasiados esfuerzos por romper la piedra, por arañarla, por intentar quemarla, por saber que había debajo de aquello que le sustentaba, que le dejaba descansar de un agotador mundo de sensaciones, de tantas páginas secretas que en teoría nadie debía de encontrar nunca, pero en las que ella se rajaba el alma y sangraba, se derrumbaba. Tantos esfuerzos que en momentos debería parecer agotada, pero sin embargo está ahí, sentada, arañando la piedra, sin esperanza pero con convencimiento.

[pasan 6 segundos; ya son 8 segundos más tarde que nunca y más temprano que mañana...]

Y ahora ahí, cara a cara (utopía decían los de la mesa 10, quién sabe) me siento un extraño, no conozco las palabras, solo eso que reposa entre las miradas de la gente, entre la suya y el sabe-Dios-qué-estará-mirando, ello diluido en humos de sueños, anhelos, desafíos, huidas... ahogando ese algo que muerto vive entre sus idas y venidas, entre sus sueños y mentiras que cuando no vuelan alto, intentando rasgar cielos de esos a los que ponen banda sonora, agonizan debajo de su almohada.

Algún día su dolor, esas hojas, saldrán a la luz, y entonces lo imprevisible se supone que será previsible, aunque no estoy seguro si eso es el porvenir o futuro, o solo imaginación de...

viernes, 25 de mayo de 2012

भविष्य

Carreteras. Bastantes Carreteras. Muchas Carreteras. Y las ruedas comienzan a girar, lenta pero inevitablemente. Medio metro, un metro, tres metros, diez metros, se avanza, y más velocidad; y el paisaje empieza difuminarse, solo se puede ver ya lo que está por venir, lo que está atrás queda ahora demasiado lejos, y lo presente es imperceptible a la velocidad a la que avanzamos. Y locos, ebrios, con los eruditos a la violeta y las mentes lúcidas, con la chica que baila y el niño del piano y los telones, nos precipitamos hacia ese horizonte que el sol se encarga de custodiar, intentamos evitar a toda costa separarnos, corremos sentados, saltamos intentando alcanzar nuestro espíritu, aullamos... corremos y saltamos y aullamos, todo a la vez, huimos del miedo con pasos de gigante hacia delante. 


A nuestras espaldas, la luna observa cada segundo de nuestro trayecto y piensa: "pobres ilusos", y resopla... y sopla, y aunque no se lo crea ni ella misma, cree en nuestros sueños más que nosotros, y no nos dejará solos, nunca, aunque el sol eclipse todos eso tan fugaz tras lo que las ruedas giran anhelantes de
alcanzar. 




Direcciones, aquí hay demasiadas direcciones y tantas carreteras... melodías incomprendidas, pero manos entrelazadas.

miércoles, 18 de abril de 2012

Dreaming big


No son sueños rotos los que nos rompen. Es lo que no nos atrevimos a soñar.


¿Qué es soñar y qué es fantasear?¿Quién dibuja la barrera que los separa?... ¿Quién es el encargado de decidir cuando las ilusiones carecen de fundamento y no son más que un salto suicida hacia una estrepitosa vida de nada por aqui nada por allá?

Las decisiones laten reticentes en nuestro interior, huidizas porque, al parecer, las opiniones ajenas (que no son mas que exabruptos en la materia) dañan su cutis.

Y mientras, entre tantas partidas al escondite entre el devenir y el quehacer, estamos nosotros, heridos de luz y de nebulosas, de supuestos sueños imposibles suspendidos sobre suelos invisibles, esperando que algún milagro tenga lugar en el preciso instante en que nuestros ojos se abren cada mañana; buscando la utopía y, ya no se sabe si siendo conscientes o no de ello, acercándonos a la vez al abismo. 

[ F U T U R O . . .

Las decisiones se diluyen nadando por fondos profundos, y ya no es tanto el hecho de no encontrarlas lo que preocupa, sino que quizás, por el miedo de decirlo en alto, sí, de decirlo en alto, ¡DE GRITARLO! De susurrarlo, de comentarlo o cuchichearlo, o fuere lo que fuere... que quizás por el simple hecho de padecer un miedo aterrador a hacer de esas decisiones realidades en palabras para el aire, no seamos capaces de poder volver a hacerlo alguna otra vez.... Porque son como el vaho contra el cristal, aguantan lo justo y necesario para escribir tu nombre, y no hay tiempo para pensar donde empieza y donde acaba, solo para hacerlo y ya está.


Pero mientras llega y deja de llegar, matándonos a vicios destruyamos al tiempo, porque ahora mismo no estoy seguro de si es que sí, o es que no, solo que tu mirada es un nuevo aleteo a cada burdo sueño que se atreve a dar a luz mi cabecita, mi ya tan loca cabecita.

domingo, 8 de abril de 2012

Límites



+ Yo a ti te echaba de menos antes de conocerte.

- ¿Tan antes?

+ Echaba de menos alguien como tú hasta que llegaste, entonces se lleno ese huequecito.

Una mirada...

+ Uff, no sabes como odio esto de que la realidad tenga límites.

- Otra ventaja de ser de letras. En letras no enseñan eso de límites de esa realidad que dices tú, como mucho te dicen que todo tiende a infinito.


Junto contigo

El aire se desliza en armonía con el mundo por tu garganta, y le grita al mundo, le pregunta que se supone que debes esperar, que es eso tan importante que va a tener lugar en ese minuto... y una guitarra tímida y anhelante se atreve a acompañar tu aire, tu grito, tu pregunta. 


Y mientras, en la otra esquina del banco, yo me peleo con el arbusto que está justo a la derecha por ser quien se quede con ese aire. El forcejeo termina, cesa por segundos, y un tal yonki número dos lo roba. Y aunque quisiera gritarle al mundo y escupirle, no puedo, porque vuelves a regalar tu voz al cielo azul (un azul no como tus ojos pero parecido) y encandilas al sonido del agua y al sonido de tantos cientos de zapatos que juguetean en esa calle en la que el tiempo parece pararse por 3,1425 segundos y 7 días para darnos una tregua, para premiar algo que se esconde entre hojas y recortes de periódicos de 1994. Pero eso es solo una ilusión, los minutos corren, tropiezan unos con otros, se lanzan desesperados a la lista de las horas muertas, como queriendo huir de todo lo que podría haber sido, como si tuviesen un pacto con los horarios de los autobuses, como si tuviesen que llegar rápido a algún sitio y así recibir su bonus, queriendo estropear el momento como quien... como quien nada, como quien todo... dejo de pensar, o no sé muy bien que es lo que hago porque eres tú; y tú; y tú; y tú. Tú.

[definición de tú: este mundo que llevo dentro]

Ahora el tiempo y el espacio parecen haber pasado de ser un extraño ukelele verde a convertirse en un enorme piano de cola blanco, ni tan siquiera los minutos se atreven a intentar recorrer esa distancia atroz, que es inexpugnable, inexplicable, inhumana. Pero hay algo que sigue aqui: un aire, un grito, tu pregunta, y aunque no es verano, y aunque ya no tengo a quien mirar sentada en el banco frente a frente, brazo a brazo, labio con labio, sigo con esa sensación, con la número siete, queriendo ser sin querer el aire que se desliza en armonía, el fondo de tu armario, un portal que cruzar, sueños que entremezclar.

viernes, 23 de marzo de 2012

pequeño rayo de sol que entra por el retrovisor

Todo lo bueno que puede pasar sucede justo después de la publicidad, de la pausa que crean dos corazones expectantes de aire fresco, olores de azahar, de montañas y de cigarros de madruga en terrazas de nunca jamas.


La línea entre lo erótico y lo pornográfico no se distingue con los diecisiete, ni tampoco la de que es bueno y que es malo, la de que se debe hacer y que no, y tampoco se sabe cuando es amor y cuando es solo un calenton. La linea entre cerca y lejos se rompe con facilidad, no siempre se rompe, pero cuando lo hace parece fácil.



Hoy es uno de esos días. Nadie sabe dónde esta arriba y dónde está abajo, qué es norte y qué es sur, qué debe ser y qué no debe ser, solo se sabe que esto es una autopista directa hacia la perdición. ¿Quizás amor? Quién sabe, probaremos a fumarnos el de la suerte, el último trago, y haber si así está vez toca.



domingo, 18 de marzo de 2012

someone like you

Un pájaro y un pez pueden enamorarse pero dime, ¿dónde construirán su nido?
[Pasaron 8 meses y 3 días...]

Llueve, está lloviendo, y llueve por no variar, aunque haya pasado el tiempo, aunque las hojas del calendario hayan caído y todo ese tipo de cosas, aquí llueve y llueve y llueve. Pero no lleve sobre mojado, ni el agua se lleva todas las cosas que han pasado, solo aumenta el cauce del río, ahora tiene mucho más que llevar, muchas más agua y gotas y un "clin...clan" que resuena de la gotera de la cocina, haciéndose eco de tantas noches de soledad y que intenta salpicar tantos recuerdos, tantas notas a medio sonar, tantos caminos imaginarios que nunca han sido recorridos...

Recuerdo tu nombre, porque tu nombre es un tatuaje impreso en mi retina con caricias de días que nunca han pasado, caricias que recogen toda la sal del mar con promesas, como aquella de: "el día que te pases por aquí, te enseño dónde acaba el mar".

(...)

Todo esto que no sé exactamente que es, pero se remite a sensaciones de cartas sin destinatario, cartas que se escriben con las manos y el corazón y se verbalizan con la cabeza... unos papeles que nos obligan a respirar con mis miradas y a besar con tus palabras. 

(...)

Me balanceo y me despeino. Te tarareo y deambulo, son cientos de días. Y aunque intento olvidar este puto mundo y sus distancias, disimulo y recuerdo el pacto con tu boca de aquel lenguaje secreto entre tu sonrisa y mis pecas de mil dos telenovelas. Y sinceramente digo lo que pienso, y pienso en lo que siento que no son palabras de la RAE, es tu nombre y son momentos, es tu cuerpo y mi cuerpo y tú hablando bajito a mi oído, susurrándole a los segundos un tiempo muerto para ese instante de humo y objetos voladores no identificados [quizás sean nuestras aspiraciones...].

(...)

Se supone que todo esto son recuerdos, recuerdos de un sueño de verano que se acabo, porque yo me levanté en septiembre de todo aquello, o eso creía, porque no eran sueños, y ya no sé si esto pasó mañana o pasará ayer, lo único que ahora sé, es que me vuelvo loco pensando en que dirás, así que supongo que tú seras esa genialidad que tanto ensalzan los ángulos muertos de las esquinas de este baño.

Don't forget me, I beg


martes, 6 de marzo de 2012

El sitio "G"

Perderse es un hecho inmutable cuando viajas. Desorientarse entre callejones y plazas, todo ello para encontrar un sitio tuyo. Un rincón para ti, especial, único, hecho a medida para unos ojos exquisitos con destellos de dramatismo y prepotencia, que van siempre por ahí exigiendo un mínimo de indecencia y lucidez. Un rincón rebosante de historia o historias, no tuyas, quizás robadas o incluso aún por inventar, pero al fin y al cabo historias, que estoy seguro que será con lo que se podrán comprar las cosas en el mercado negro dentro de cincuenta años. Un recoveco en el que cada gota de lluvia da un alarido que te recorre toda la espalda y te pone los pelos de punta y te provoca un placer que normalmente es exclusivo de muelles y sábanas.


Ahora probablemente, después de contarte el gran secreto del viajante y blablabla palabra blabla, el hecho de pensar que esos rincones son tu futuro plan de pensiones y tu endorfina entre cimientos para suplir a la felicidad que es tan introvertida y asocial, te pondrás a buscar de esos sitios en cada nueva ciudad que pises. Es la mejor opción. Los rincones no te encuentran normalmente sino que, nosotros somos los que tropezamos con ellos (en ocasiones mas de dos o tres veces) y nos damos cuenta de que en ese lugar... pues que ese lugar, tiene que ser ese lugar, que no hay mas.


Vuelves a ese sitio por la noche, sin ser consciente de ello, y salta la chispa. Empieza algo, o acaba de terminar, no se sabe exactamente muy bien cual de las dos cosas tiene lugar, pero pasa. Te arden las manos, el silencio se proclama héroe nacional del instante y nadie entiende nada, pero tú ya tienes justo entonces en tu poder el placer de almohada y camisa, de luna y descaro, de grapadoras y muros.



P.D.: En el 59,45 % de los casos, el sitio en concreto suele estar marcado y ser bastante evidente. No por ser común deja de tener encanto; son los ojos que lo miran.

sábado, 18 de febrero de 2012

martes, 10 de enero de 2012

nocversos



Y mientras el mundo comenzaba un año nuevo, yo, en la calle, intoxicado de la luz de la luna llena, acompañaba una pagina de diario que arde con ron e indigestas cantidades de otras drogas y besos... y otras cosas que, bueno, son otras cosas.


(...Un taxi nervioso echa un vistazo, pero aquí sigue la noche, ¡qué noche!)


Y así, mientras casi todo el planeta celebraba en papel de plata y vestidos de encaje dorados que empieza el fin del mundo, yo, basodeplasticocondoshielos en mano pensaba: 


"Pues prepárate para este año porque, este pez ya no muere por tu boca". 
(Y sin darme cuenta grite a las cuatro y poco de la mañana)
- Que sí, que sí, ¡que este loco se va con otra loca!


Un año nuevo al que aquella página de diario nunca llego... justicia poética me dijeron en clase que se llamaba esa clase de casualidades... Yo sigo pensando que es estupidez humana pero, aún así, sigue haciendo que me estremezca cuando nos quedamos a solas.