El más terrorifico de los susurros.




martes, 18 de octubre de 2011

susurra fruccio


He jugado en tu límite, entre ser el chico solitario y el único chico, entre el rodar y el saltar, he jugado. Jugué quizás cuando te decía te quiero, cuando pensé que entre tu y yo si había algo, cuando miraba al techo, cuando contaba baldosas... Tantos sueños violentados con un nosotros que parecía no llegar y que eran como un calambre en los pies, que pasaba por las piernas y la espalda como un hormigueo y, que terminaba estallando en la boca como un crujir de susurros, y es que esos sueños que ahora no son mas que un zumbido en los oídos parecen condenados a autodestruir la seguridad que siempre pensé que tenía el pensar para mis adentros, son malvados que parecen rebosar de felicidad, de una genialidad perversa capaz de turbar hasta el día mas soleado de agosto.


En eco de palabras que juega entre miradas que miran ya perdidas al suelo porque, de que sirve una bufanda en pleno agosto sino es para colgarte y es que, he jugado, y parece que he perdido.

domingo, 16 de octubre de 2011

Azul bolígrafo para rellenar tu vacío





Todavía no sabemos si los sueños vienen escritos en folios a letras de colores, colores que jugando con la mirada, saboreando posibles, nos prometen un futuro. Pero, sin saber los colores, tenemos que arriesgarnos, tenemos que comprar la piel de un oso que no conocemos, tenemos que dar un salto al vacío y esperar que justo delante haya una cuerda invisible que nos deje llegar hasta el final...


Entiendo que esto te aterrorice. Lo entiendo, porque a quien mas miedo le da, es a mi pero, sin embargo, yo sigo aqui, en la cola para saltar, intentando decidir que color tiene la primera letra, intuyendo que se supone que debería, esperando a que Dios o quien quiera que sea me diga algo, me insulte y me haga girarme y cambiar de fila o me ponga la zancadilla o directamente me diga: "No, ese no es".


Pero nada, aqui seguimos, tu, yo y el miedo. Tu, yo y el futuro. Tu, yo y un formulario. Tu y yo. Yo y mi miedo, y mis sueños,y un papel... y tantos colores.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Goteo en tu cabeza


Los días se habían convertido en caballos desbocados a los que ya no les importaba lo que yo pudiera pensar sobre ellos, locos instantes para abarcar tantas ideas. Mientras tanto tú sigues mirando, intuyéndome, cogiéndome la medida, midiendo la inmensidad de lo inabarcable de los días de lluvia en una ciudad como Oviedo, extrañando mi forma de mirar al cielo y suponiendo lo evidente.



Los días se habían convertido en caballos desbocados y quejumbrosos nuestros ojos se miraron después de 5 segundos sin un enfrentamiento directo, y entonces yo te tantee, busque lo implícito en tus labios y rebaje los precios de cada palabra que pudiere salir de mi boca para que mis rebajas fueran tus chollos, que te parases conmigo, y yo te fotografiase en mi mente.

Los días se habían convertido en caballos desbocados, pero se cansaron de la locura, del no poder parar, renegaron de su lucidez, se dejaron a lo igual, a los silencios que gobiernan los nombres de tantas ciudades perdidas, se volvieron cenizas. Los sueños se habían dormido con los delirios de los caballos, los delirios se habían drogado y transformado en utopías, hoy era el principio del final, y tú y yo todavía no nos habíamos conocido.