El más terrorifico de los susurros.




miércoles, 13 de marzo de 2013

De vuelta en la ciudad




El titular era bien claro, explícitamente exacto y tremendamente revelador: “Tienes la cena congelada en la nevera, llegaré tarde”. Abrió la nevera, mientras, la luz iluminaba su pálida tez, blanca como la nieve. Allí estaba la manzana. De repente se sentía sola.

(...)

Cuando él llego a casa, se la encontró en la cocina. Allí estaba congelada, inmóvil, incluso parecía estar mirándole con cierta gracia... aquello si era verdadero amor.


No hay comentarios:

Publicar un comentario