El más terrorifico de los susurros.




viernes, 5 de agosto de 2011

Huecos (vacíos)

La historia que nos concierne aqui hoy, entre mirada y mirada, se basa en recovecos que la historia nos ha dejado a ti y a mi, en lunes que dijiste que serían locos, y en fotos en mitad de la madrugada. Recovecos de historias cargadas que, apuntan, y están dispuestas a disparar recuerdos, a ese retazo en el que tus palabras fluían y tu voz rompía límites y me demostraste que nunca llegaría ese momento en el que sea tan tan feliz. Disparos, 23 para ser exacto. Ahora estoy a las 8:37 de la mañana en mitad de un parque, sentando en un banco que probablemente tenga mas años que yo, y el sol se resquebraja entre las hojas, y mis ojos son un colador de pensamientos.




Y en mi cabeza no hay tambores ni pianos, ni letras que dejar escapar, hay (vacíos) que ocupan los huecos que había reservado para tí. Y corro, pero no consigo escapar, y es que no sé caminar, huyo de espejismos que me recuerdan mi voz gritando y esquivando coches y subiendo un puente para que se giren todas las cabezas hacia ese chorro de voz, y que tú, hagas amago de sentirte especial.


Pero la frontera entre siempre o jamás sigue trazada entre tú y yo, como respirar un humo que huele a ti y destroza los pulmones, esa frontera que, no se rompe, al parecer, y que deja huecos (vacíos) y que... Ya no sé dénde empiezo ni dónde acabo, porque tu eres yo, y yo soy tú, y tu tienes cachitos de mí, los de esos huecos que, según comenta mi vecina de pupitre, se han quedado vacíos.

1 comentario:

  1. Llénalos de sol... aunque sé que ahora prefieres la noche. Esa barrera existirá siempre, créeme, hace años que yo la tengo en mis narices sin poder hacer nada.
    ... súbete a los puentes que quieras, pero no dejes que tu cuerpo caiga!!!

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