El más terrorifico de los susurros.




viernes, 25 de mayo de 2012

भविष्य

Carreteras. Bastantes Carreteras. Muchas Carreteras. Y las ruedas comienzan a girar, lenta pero inevitablemente. Medio metro, un metro, tres metros, diez metros, se avanza, y más velocidad; y el paisaje empieza difuminarse, solo se puede ver ya lo que está por venir, lo que está atrás queda ahora demasiado lejos, y lo presente es imperceptible a la velocidad a la que avanzamos. Y locos, ebrios, con los eruditos a la violeta y las mentes lúcidas, con la chica que baila y el niño del piano y los telones, nos precipitamos hacia ese horizonte que el sol se encarga de custodiar, intentamos evitar a toda costa separarnos, corremos sentados, saltamos intentando alcanzar nuestro espíritu, aullamos... corremos y saltamos y aullamos, todo a la vez, huimos del miedo con pasos de gigante hacia delante. 


A nuestras espaldas, la luna observa cada segundo de nuestro trayecto y piensa: "pobres ilusos", y resopla... y sopla, y aunque no se lo crea ni ella misma, cree en nuestros sueños más que nosotros, y no nos dejará solos, nunca, aunque el sol eclipse todos eso tan fugaz tras lo que las ruedas giran anhelantes de
alcanzar. 




Direcciones, aquí hay demasiadas direcciones y tantas carreteras... melodías incomprendidas, pero manos entrelazadas.

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