El más terrorifico de los susurros.




viernes, 24 de junio de 2011

HOLAVERANO

Hoy… Hoy se supone que es una de esas noches mágicas, en las que los sueños se cumplen. He pasado esta noche unas cuantas veces ya, unas en un porche de una cutre cabaña, con una botella de litro de fanta, otro año con una garrafa, otro durmiendo, y otro quemando pensamientos, ideas, palabras…


Este año he decidido, que me la paso en un teatro. Y, aquí estoy, en la segunda planta, en la sexta fila, bebiendo de la música. Pero, aunque el ballet de hoy es terriblemente visceral, profundo, digno de un esteta, no me llena. Busco una mirada cuatro filas adelante, pero no la encuentro, busco unos ojos en los que perderme, y estoy a oscuras.


Puede que no haya sido la mejor idea haber venido a un teatro sin unos ojos en los que derretirme así que, si no tengo ojos que me derritan, saldré a la calle, mejor aún iré a casa, a mi ventana, a quemar.


A quemar todas las pesadillas que tengo desde que no me dan las buenas noches, porque la vida, aunque no es monótona sin ti, se limita a descubrimientos como aprender a encender el cigarro con la tostadora o a utilizar dos pares de cordones en cada playero.

Parece que la mejor forma de empezar el verano es quemando, pero no sé que quemar, no sé el por qué… Bueno sí. Porque te quiero.

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