El más terrorifico de los susurros.




miércoles, 22 de diciembre de 2010

Cuantos y Tantos

Cuanto bohemio ilustrado posee un mundo donde la incomprensión y la infelicidad son banderas de alto standing, las joyas de la corona. Tantos que son desatendidos tras un telón, trás una hoja de papel, tras las csturas de un chanel... Desplazados a segundo lugar, pobres incomprendidos que navegan por mar de dudas, sin velas de autoconfianza. Suena mal, nadie lo quiere escuchar, pero la mejor forma de no caer a ese maldito mar de olvido, únicamente existe un remedio, ser ambicioso. Ya sé que nadie es ambicioso, pero en el día a día todo cambia.

Cuanto líder carismático se encuentra en un mundo donde la iniciativa es anulada para los que la tienen y desconocida para los sin interés. Tantos que sufren con las injusticias ajenas, que se sienten compungidos y llenos de dolor ante las desgracias del que está en frente suyo. ¿La medicina? No existe, únicamente son ellos los que separan, los de los grupitos, los que generan el racismo de los ojos que solo ven, los que no miran.

Cuanto trabajador sufrido, que se parte en mil trozos por intentar salvar su vida, su familia, que lo apuesta todo y lo da todo por una causa. Tantos que se desquician por su excesiva empatía, que nunca debería ser excesiva, pero que sí lo es, esa que les hace estar siempre incompletos, siempre quieren más siempre necesitan más.

Tantos y cuantos, cuanto y tanto, tantos... Somos muchos, y sin embafgo cada uno tiene su guerra partcular, pierdo los nervios intentando generalizar a todos los seres humanos, y soy incapaz de hacerlo, mi moral, mis principios, mi credo personal, llámalo como quieras, me impide pensar de forma clara.

No hay nada igual, igual a la nada, puede que tengamos lo mismo, pero nunca el mismo orden, el mismo cristal, la misma cantidad de luz en la habitación...


Cuanta contradicción, cuanta mentira, cuanta confusión.

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