Hay carcajadas que te hacen cerrar los ojos.
Hay miradas que hacen temblar las piernas.
Hay palabras que, salidas de tu boca, suenan mucho mejor;
(cama).
Hay heridas, que son profundas y formando escándalo se
resisten a desaparecer. Hay heridas que, se hacen queriendo pero sin querer
clavar tan adentro todo el dolor, tan oculto, tan enfrascado. Hay heridas que ni se sienten ni se padecen, porque se oprimen en lo más remoto de cada uno, contra las paredes del pulmón derecho, bañándose en humo de alquitrán, entre rescoldos de ciencia ficción, de la simple y llana ficción que provocan las palabras. Hay tantas heridas, tan pocas cicatrices.
clavar tan adentro todo el dolor, tan oculto, tan enfrascado. Hay heridas que ni se sienten ni se padecen, porque se oprimen en lo más remoto de cada uno, contra las paredes del pulmón derecho, bañándose en humo de alquitrán, entre rescoldos de ciencia ficción, de la simple y llana ficción que provocan las palabras. Hay tantas heridas, tan pocas cicatrices.
Hay momentos para todo,
menos para esto.